viernes, 19 de noviembre de 2021

Desde las entrañas en la casa de las culturas de la capital del Bierzo Alto

Ayer mismo fue la presentación del libro Desde las entrañas, que tanta satisfacción me está dando, en la casa de las culturas de la capital del Bierzo Alto, que también es mi tierra, en la que tantas actividades he podido hacer. Un placer grande reencontrarme con gente amiga como Eduardo Keudell y Jovino Andina, entre otros, que además estuvieron brillantes en sus intervenciones, porque al final la charla se convirtió en un diálogo, en un diálogo acaso platónico, en algo interactivo y dinámico, lo que me entusiasmó, que una parte del público asistente participara con sus opiniones. Como lo hiciera también la concejala de cultura Belén Martín, a quien agradezco su presencia y que diera la oportunidad de realizar este evento. O bien Nidia, quien también expuso sus opiniones, ella que se dedica a escribir. 

No quiero olvidarme de Elba, quien fuera alumna de los talleres de escritura de extensión universitaria en el campus de Ponferrada (ULE), a quien conozco desde hace años. Ella misma recuerdo que me vendió, en su agencia de viajes, un viaje a Estambul allá por los años dos mil y poco. 

Una mención también para Raquel (Raquelina), que también expresó lo que le parecía el libro, y mi hermana mayor Merce, que es como mi madre. 

Con Belén Martín, concejala de cultura. Foto: Mario Pérez

Allí estuvieron también en cuerpo y alma Toñi, quien fuera compañera de insti y maestra en la actualidad de Reiki, y Elsa y Mise, y Mari Paz (magnífica bibliotecaria, a quien conozco desde hace muchos años), Carmen y Loli (me alegró conocerla), que también arroparon el acto. Y tanta otra gente. En realidad, un público entregado con el que me sentí muy a gusto. Lástima que ayer, en verdad toda esta semana, coincidiera con la semana de la montaña en Bembibre, que siempre tiene mucho tirón. A mí me entusiasma. 

Otra mención especial para Mario Pérez, que lleva el periódico Bembibredigital y tuvo la gentileza de sacar foticas y reportaje. https://bembibredigital.com/culturayespectaculos/54404-desde-las-entranas-en-bembibre

Desde las entrañas me sigue haciendo reflexionar acerca del mundo en qué vivimos, quiénes somos y hacia dónde nos conducimos. En todo caso, la escritura de este libro, la escritura en general, me resulta salvífica, como también apuntara el periodista y escritor Keudell, que ayer habló largo y tendido acerca del capitalismo y cristianismo en que estamos sumidos, acaso para desgracia nuestra. Y nos alertó de la necesidad de un re-conocimiento Debemos darnos cuenta (algo que nos ayuda el psicoanálisis) y re-conocer la realidad en la que vivimos. 

Foto: Mario Pérez

Necesitamos, a través de la razón, de la cordura, arrojar luz sobre las tinieblas, sobre tanta irracionalidad, tanta majadería, tanto trastorno mental.

Los seres humanos, que somos animales, casi siempre más bestiales que los propios animales, hemos tocado fondo en varias ocasiones como en las guerras, en los holocaustos, etc.  

Son muchas y escalofriantes las páginas que se han escrito después del holocausto, entre ellas las de Primo Levi, Anna Frank, Víctor Frankl o el propio poeta Paul Celan, entre otros, para dejarnos testimonio del horror, de la barbarie, que unos seres, con un grado espeluznante de perversión y psicopatía, cometieran contra otros. 

Con Keudell y Andina. Foto: Mario Pérez

Después de Auschwitz tal vez no cabe la poesía, como dijera más o menos el filósofo Adorno. O quizá es cuando deberíamos escribir más que nunca, y por supuesto reflexionar, filosofar más que nunca, en busca de equilibrio y armonía con la Naturaleza. Buscar belleza, arte. Sentir la vida con salud. La escritura como vida. Y sanación. La filosofía como algo esencial en este mundo cada vez más complejo y desequilibrado. 

Convendría buscar un sentido a esta vida, que por momentos se revela absurda, como una pesadilla, en la que el espacio y tiempo aparecen literalmente hechos añicos. 

Los seres humanos, antes que racionales, somos emocionales. Y  a menudo nos resulta complicado gestionar de un modo correcto las emociones. El mundo parece que se estuviera yendo a la mierda. Sí, ya sé que existe gente luminosa, capaz de entregarse a las nobles causas, gente solidaria, pero también hay gente malvada, que encima disfruta haciendo el mal, que incluso se regodea con el sufrimiento humano, gente que está de atar y vive integrada en la sociedad causando daño. 

El mal, la maldad, la perversión existen y son consustanciales a la Humanidad.  

Parece increíble, pero es verdad, que alguna gente dé una impresión, una cara y al final, a medida que uno comienza a descubrir entresijos, sea de otro modo. Con dobles y hasta múltiples personalidades. Y la pandemia no ha hecho más que acrecentar las patologías de la psique. La ansiedad y la incertidumbre nos desconciertan. Nos asfixian. 

La historia es cíclica. Se repite. Y nosotros tendemos a repetir los mismos errores. A cometer las mismas estupideces en esta realidad o irrealidad que se vuelve evaporada. Siempre al borde de la angustia. En un permanente vértigo. 


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