A finales de agosto me di un voltión por Galicia, que siempre es un buen lugar para viajar, pues es tierra hermana. Y, aparte de visitar Vigo, que ya forma parte de mis mapas afectivos, me acerqué a Tui (Tuy) y desde ahí a Valença do Minho, en Portugal.
El Miño |
Si bien he visitado en varias ocasiones el país luso, que tanto me entusiasma, como le fascinaba al gran fabulador berciano César Gavela (siempre recordado con afecto), no recordaba haber visitado antes Valença. No obstante, hace unos años sí recuerdo haber estado en Tui, que cuenta con un casco histórico extraordinario. Y sobre todo es frontera natural con Portugal. Y esa linde la marca el río Miño.
Catedral de Tui |
El Miño, que es río legendario, divide y une a la vez dos ciudades, en realidad dos países. Aunque Portugal bien podría ser España y la piel de toro o de vaca podría ser el país luso. Desde el puente que une ambas localidades se pueden conseguir panorámicas inolvidables, con ese río en el que habitan seres mitológicos.
Tui |
Tui y Valença do Minho se funden en una eurociudad bajo la luz de acuario de un jardín hermoso, y los verdes aromas y recuerdos del siempre genial Inclán, don Ramón María barbas de chivo y voz profunda, cual si estuviéramos viendo actuar a un gran actor o a una gran actriz en escena.
Valença |
Tui o Tuy, con su catedral-castillo, y Valença do Minho con su fortaleza, que es en esencia una Medina Cristiana, o bien, si así o preferís, una medina musulmana es una ciudadela con sabor occidental.
Al final, cristianos (bueno, uno ya no cree ni en dioses ni en nada) y musulmanes son más parecidos de lo que a priori presumen algunos. Pues el fanatismo puebla las mentes de unos y de otras.
Tui desde el otro lado |
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