miércoles, 29 de abril de 2020

La fragua literaria leonesa: Fermín Rodríguez Trabado


La fragua literaria leonesa

Fermín Rodríguez Trabado: “El Bierzo me parece una joya natural de la que a veces hay que alejarse para valorarla” 

 

El profesor y microrrelatista berciano Fermín R. Trabado, autor de 'Terceras personas', sigue trabajando, fiel a la narrativa breve, en una especie de 'alter ego' de 'Terceras personas', que tardará en ver la luz a resultas de la situación vírica que estamos viviendo, y porque suele emplear en la reescritura y en labores de revisión casi tanto tiempo como en la escritura misma.

Fermín Rodríguez Trabado
Fermín Rodríguez Trabado.
Manuel Cuenya | 29/04/2020 - 12:54h.
Originario de Sésamo (precioso nombre para fabular), Fermín Rodríguez Trabado es el autor de un libro de microrrelatos titulado 'Terceras personas', su ópera prima, deudora a todas luces de la narrativa del escritor cacabelense Fermín López Costero, tristemente fallecido en febrero de 2018, aunque a buen seguro nos estará sonriendo desde la otra orilla al tiempo que nos hace gestos narrativos con la precisión de un orfebre del lenguaje: https://www.ileon.com/cultura/077509/fermin-lopez-costero-prefiero-fiarlo-todo-a-la-imaginacion-intento-que-la-realidad-no-estropee-mis-planes.
Fermín R. Trabado, berciano como su tocayo López Costero, es asimismo heredero, como lo fuera el autor de 'Teatro de sombras', de la retranca de un grande del cuento. Me refiero al genial Antonio Pereira, que hablaba como escribía. Con una excelente agilidad mental y mucho humor.
"Para bien y para mal, supongo que esta hoya geológica en la que vivimos habrá tenido algo que ver en mi carácter, aunque solo sea por esa ironía medio gallega que tenemos los bercianos", afirma R. Trabado, para quien el Bierzo es paisaje, sangre y memoria.
"El Bierzo me parece una joya natural de la que a veces hay que alejarse para valorarla (o pasearla cuando hay tiempo y calma, como hizo Gil y Carrasco en su 'Bosquejo de un viaje a una provincia del interior'). Pero no dejan de apenarme el declive de estos años y ese pesimismo que se respira y que ahoga", explica el profesor Fermín al tiempo que rememora su infancia feliz en Vega de Espinareda, adonde se trasladara su familia después de vivir en Sésamo (localidad conocida por sus pinturas rupestres).
"Feliz tuve la infancia allí (o así la recuerdo, que la memoria es tramposa). Fue feliz aquel tiempo porque dinero había poco pero a mí y a mis hermanas nunca nos faltó lo necesario (es la suerte de unos padres que saben trabajar y hacer mucho con poco). Y recuerdo, claro, aquella casa del barrio de La Barraca (qué nombre tan lorquiano, ¿verdad?); su patio, su corral, su huerta, su desván, su fragua, las lecturas infantiles subido en el regazo del cerezo de la huerta... Y mucha bicicleta", recuerda Fermín, cuya vocación por la lectura le viene desde la infancia, pero su vocación creativa surgió no hace tanto tiempo.
"Aunque he escrito algo de poesía y de teatro, la 'llamada de lo literario' me viene a través del microrrelato... El congreso sobre el cuento que se celebró en Villafranca del Bierzo en 2017 fue el desencadenante de casi toda la micronarrativa que he escrito desde entonces. A veces uno no sabe si creer más en las causalidades o en las casualidades, pero lo cierto es que hoy para mí la escritura es alimento (espiritual, que esto no es fútbol), ya casi tan necesario como leer. Si fuera físico, quizá me acercaría al misterio a través de la cuántica; como no lo soy, lo hago a través de la literatura (no solo escribiendo, también leyendo)", expone, a sabiendas de que la literatura puede darnos, a su juicio, muchas cosas: conocimiento, entretenimiento, aliento psicológico y moral... En todo caso, cree que lo más valioso, "su valor añadido, que diría un cursi mercantilista", es la posibilidad de llegar donde la razón no llega y de explicar lo que la ciencia no explica, y eso es el misterio.
"No creo que la literatura sea mejor ni peor que la ciencia, sino que habitan universos diferentes (paralelos...). Quizá por eso tengo predilección por esos poetas que de cuando en vez conectan esas dos dimensiones a través de alguna puerta dimensional literaria; como Rafael Guillén en esa trilogía que culmina con 'La edades del frío', o Clara Janés en 'Orbes del sueño'. Por eso y porque pienso que en la ciencia más puntera (la tecnología es otra cosa) está el germen de la filosofía del siglo XXI. Además, creo que la literatura ha de estar siempre de guardia para evitar que la inteligencia artificial nos convierta en estúpidos sin retorno".

(Puedes seguir leyendo esta fragua en ileon.com:
https://www.ileon.com/cultura/107618/fermin-rodriguez-trabado-el-bierzo-me-parece-una-joya-natural-de-la-que-a-veces-hay-que-alejarse-para-valorarla)

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