LA FRAGUA LITERARIA LEONESA
Antonio Odón Alonso: "La única verdad de la farsa es que al final se muere"
El multidisciplinar Antonio Odón Alonso, autor de 'La verdad de la farsa', está en estos momentos con un proyecto ilusionante, 'La Casa de la Poesía. Fondo Cultural Antonio Colinas', sobre la obra de uno de los grandes escritores de esta provincia y de este país.
Manuel Cuenya | 20/02/2019 - 18:21h.
Pintor, escultor, ilustrador, músico, escenógrafo, comentarista radiofónico, poeta, narrador, gestor cultural. Todo eso es Antonio Odón Alonso. Un renacentista de la época actual, cuya curiosidad le lleva a meterse en camisas de once varas muchas veces y a tocar muchos palos, en su opinión, "que unos son consecuencia de otros", añade.
Cuenta que tendría que vivir dos vidas... o más para poder desarrollar tanto cuanto quisiera. Algo que suscribo. Porque una vida, incluso vivida con intensidad, no da para mucho. Pero, como somos limitados, tenemos que conformarnos.
Autor de 'La verdad de la farsa. 100 comentarios radiofónicos', Odón Alonso nos recuerda que la vida es en el fondo una farsa maravillosa, una obra de teatro sin guión, sin ensayos ni director, donde nos han soltado directamente a la representación. "La única verdad de la farsa es que al final se muere", apostilla. De ahí el título de su libro 'La verdad de la Farsa', que surge a partir de sus comentarios radiofónicos. Y que funciona muy bien como lectura.
"Es una manera diferente de contar la historia de una Ciudad. Son cien comentarios, de tres o cuatro minutos cada uno, sobre la vida de una pequeña ciudad que en algún momento de su historia pasada fue un Macondo leonés, donde se camina de lo local a lo universal. Las otras series, que todavía no están publicadas en libro, amplían esta visión y presentan algunos personajes y heterónimos que han calado en el oyente radiofónico y espero que también lo hagan en el público lector", precisa nuestro artista originario de La Bañeza, que lleva el arte en sus venas. Y además se dedica desde hace años a la gestión cultural en su ciudad, lo que le ha permitido estar en contacto, de un modo directo, con el arte.
"Los comentarios radiofónicos son todo un reto semana a semana en Onda Cero La Bañeza-Astorga. Me han permitido crear personajes y heterónimos que me están dando un juego enorme. Tanto 'El Limpia de la calle el Reloj' como ahora 'Verecundo Pessoa' me permiten esconderme detrás de ellos y contar las cosas desde otros puntos de vista. Me encantaría que estas series se convirtieran también en libros", apunta él, cuya labor como artista nada tiene que ver, a su juicio, con su faceta como gestor cultural, porque "como artista piensas en términos abstractos y como Gestor Cultural es todo lo contrario. Un buen Gestor necesita, además de imaginación e intuición, tener capacidad de diálogo con el personal político y tres herramientas para que todo acto o actividad salga bien: un proyecto, un calendario y un presupuesto. Saber con lo que cuentas. El artista trabaja de otra manera. Debe analizar el mundo exterior, tamizarlo por su mundo interior y ese análisis someterlo a sus conocimientos y aplicarlo a los soportes con las herramientas que ha decidido trabajar para convertirlo en obra de arte".
Su vocación por la escritura, "que es comunicación pero también una manera de fijar por escrito tu pensamiento creativo, tus vivencias, convertidos en poema, relato, ensayo, artículo, novela, guión...", surge siendo un adolescente como consecuencia, seguramente, de las muchas lecturas de aquella época. Para él escribir es una forma de comunicar sus inquietudes artísticas a la gente que le rodea, de mostrar lo que uno ha aprendido.
Colabora desde muy joven en prensa, bien con ilustraciones o con artículos, donde siempre ha tratado de desplegar su creatividad, "en trabajos no sujetos a la inmediatez, en los que me gusta analizar y hacer crítica constructiva", matiza a la vez que rememora su infancia sentado en la camilla de la cocina, al calor del brasero, dibujando, que es una de sus grandes pasiones. "Dibujar es algo maravilloso. Trazar en un plano una idea y llevarla a un proyecto".
Asimismo, siente devoción por la escultura, que es llevar el dibujo a las tres dimensiones. "La escultura ha surgido casi siempre del diseño, para carteles... Ahora los cánones clásicos se han perdido. Antes era barro, piedra o metal, ahora hay gran profusión de materiales y todo camina sin apenas reglas", se lamenta este pintor expresionista, que huye de la perfección, prefiriendo una pincelada suelta a algo más relamido.
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