martes, 1 de mayo de 2018

Química y espiritual

Como una diosa bronceada
de sueño y deseo
te apareciste un buen día de verano
casi otoño
bajo una luz dorada
y el mágico aliento de una ensoñación
que se abre para nosotros
como un mar de fantasía
como un río
por el que discurrimos, embelesados
con el sentimiento fluido de la pasión
con la amorosidad que tú generas
en mi yo-tú.
Playa de los Genoveses (Almería)


Química y espiritual
me enhechizas con tu porte elegante
de musa oceánica,
con tu aroma bello, 
ancestral y a la vez fresco,
y el negro embriagador de tus ojos
en este espacio en expansión
por el que caminamos, entusiasmados, 
senda fructífera
que tu fecundas con tu savia buena,
con tu ternura.

Como una diosa bronceada
de sueño y amor
te apareciste un buen día de verano
casi otoño
bajo una luz dorada
y el mágico aliento de una ensoñación.

Ahora te siento vibrar, 
con tu corazón grande y generoso
y vibro con la alegría de un niño
en lo hondo de mi espíritu
que se hamaca sonriente
en tu dulzura transatlántica
en el confín de nuestros mundos.

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