miércoles, 9 de mayo de 2018

La fragua literaria leonesa: Miguel Escanciano

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Miguel Escanciano: “La poesía es una forma de sentir que participo y estoy vivo, aún, y a pesar de todo, en este mundo”

El poeta, cantautor, pintor, diseñador, actor y gestor cultural Miguel Escanciano, autor de 'Hylas', entre otros libros, presentará el próximo sábado 12 una exposición, 'Jardines metafóricos, en la galería Ármaga, en la ciudad de León. Y afirma que su proyecto más grande y al que más momentos dedica es el día a día.

Miguel Escanciano
Miguel Escanciano. Foto: Marcelino Cuevas
Manuel Cuenya | 08/05/2018 - 10:05h.
I
Desciende y emerge hacia las playas donde proyectan
sus sombras las encinas
hasta perderse entre el sobrio ronroneo de las algas
y las conchas,
acariciado por las cálidas espumas, en la proximidad
de las costas del Egeo.
En las minúsculas arenas perfila geografías
la desnudez de las huellas
y le adentran en un paraje donde otrora aovaron
las calandrias.
Una plácida lluvia de sal o de mar
cae serena de los cabellos a los hombros
hacia el florido musgo de su pecho,
y dibuja un paisaje de salinas sobre tan bruñido cuerpo.
Ante aquel perfecto recorrido
rasgó el cielo en solitario vuelo la gaviota.
(Miguel Escanciano, 'Hylas')
Poeta, cantautor (llegó a compartir escenario incluso con el gran Labordeta), actor, diseñador (fundó con Camino Jaular una Escuela de diseño e imagen para la moda de España), pintor (el próximo 12 de mayo, a las 13 horas, presentará la exposición, 'Jardínes Metafóricos', en la Galería Ármaga), este es Miguel Escanciano, un espíritu renacentista, quien además militara de un modo activo en la izquierda durante la transición, lo que "han hecho de mí una persona sensible, coherente y solidaria", precisa. Tal vez esto se deba a que nació con una estrella revolucionaria en la cabeza, como acostumbra a decir, porque vino al mundo en 1953 en la ciudad de León, el mismo día y mes en que se iniciara la revolución cubana con el asalto al Cuartel Moncada.
La poesía le ha permitido, en su opinión, pertenecer a una generación de poetas tan relevantes como Eugenio de Nora (fallecido recientemente) Victoriano Crémer, Antonio Pereira, Antonio Gamoneda y Aldo Sanz (por quien siente gran admiración y amistad). O bien narradores como José María Merino, Luis Mateo Díez o Aparicio, "y más próximos a mi edad, Julio Llamazares, Andrés Trapiello, José Carlón, José Antonio Llamas, Ángel Fierro, Juan Carlos Mestre,  Ildefonso Rodríguez, Eloísa Otero, Víctor M. Díez, Luis Miguel Rabanal, Juan Carlos Pajares, entre otros y con tanta proximidad... en fin, sigue asomando savia nueva, Rafael Saravia, Raquel Lanseros, Jorge Pascual...  Todo un privilegio", explica Miguel Escanciano, que acaba de presentar 'Hylas. Al sur de la mirada' en el salón de los Reyes del antiguo Ayuntamiento de León.
Un poemario que permanecía inédito desde septiembre de 1988, año en que  recibiera un accésit en el Premio Seráfico de Poesía de Elda (Alicante). Y que ahora ve la luz, por fin, gracias a Marciano Sonoro Ediciones, que está realizando una excelente labor.
"Una joyita literaria", según Cristina Pimentel y Jesús Palmero, los responsables de Marciano Sonoro, para cuya cubierta utilizaron una imagen fotográfica realizada antes de la agresión que sufriera el mosaico en 1936, con la consiguiente desfiguración del rostro del joven argonauta.
Un libro, en el que están presentes poetas como Kavafis o Cavafis,  Pasolini o Gil-Albert (a quienes admira Escanciano), introducido con una cita de la novelista, poeta y traductora Marguerite Yourcenar: "Todo hombre se avergüenza de su rostro contaminado de sueño". Y construido como un monólogo teatral fragmentado en cuatro partes: una primera, Prólogo a un sueño, en la que se anticipa el sueño: "...Hay un hombre./ Sí, un hombre recoge crisantemos para adornar la almohada/ en la que sucederá este sueño...", una segunda, Hylas, donde se aborda el sueño propiamente dicho: "Retomó la luna aquel paisaje herido hasta la muerte,/ siguiendo las rutas vestidas de olivos, encinas, mirtos/ o arrayanes,/ y se ocultaron las sombras de la noche/ tras la hierba húmeda de bruma...", una tercera, Adagio, dedicada a la reflexión: "¿Si fuera posible precisar un paisaje concreto/ donde alojarme, silencioso y callado,/ tal vez en un solar yermo, inexistente, ambiguo,/ pero en el mismo lugar donde tú habites?...", y una cuarta, Epílogo, que es una carta a Heracles (Hércules en la mitología romana), un viaje ensoñador, bellísimo, por los paisajes de la ausencia, la ausencia del ser amado. He aquí el párrafo inicial: "Al igual que tú, divino Heracles, he roto mi voz por los paisajes de la ausencia donde pervive el desamparo, la soledad abyecta, el abatimiento umbrío y este dolor que aún persiste y contrae o estremece las entrañas...".
Un poemario inspirado asimismo en el mosaico de 'Las Hilas y las Ninfas', que se encuentra en el  Museo de León. No en vano, Luis Grau, el director de este museo, acompañó al autor en la presentación del pasado viernes en León.
Cuenta el propio autor que 'Hylas. Al sur de la mirada' es un relato poético, intimista, que indaga en los sentimientos, en la frustración producida por la angustia y el desconcertante desconocimiento  al que nos empuja el amor perdido. "Creo que es un poema argumentado y tramado de una forma bastante resolutiva", apostilla el leonés Miguel Escanciano, para quien León lo es todo, el lugar donde naciera, la ciudad de su infancia, adolescencia, juventud y madurez. "Igualmente es el lugar donde me he desarrollado cultural, artística, profesional e intelectualmente. Esta tierra me ha dado vida, amor, trabajo, alguna bofetada, las menos, pero  por encima de todo amo a esta ciudad y estoy seguro de su reciprocidad".

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