martes, 28 de julio de 2015

La fragua literaria leonesa: José Ignacio García

Esta fragua fue publicada el pasado martes en ileon.com

La Fragua Literaria Leonesa

José Ignacio García: "Gregorio Fernández Castañón es un espejo donde me miro"

Manuel Cuenya | 21/07/2015

El narrador José Ignacio García García, autor de 'El cuento que quisiera escribir contigo', trabaja en dos novelas, una relacionada con su enfermedad, y otra que tiene que ver con la vida de los policías desde su lado más humano, con sus luces y sus sombras.


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José Ignacio García. Foto: Juan José Pérez Araguz.

José Ignacio García García, el autor de 'Entre el porvenir y la nada', con el que ganara el Premio Miguel Delibes de Narrativa en 2009, presume de que sus orígenes literarios están en León. Si bien nació o lo nacieron en San Sebastián -algo meramente anecdótico, porque apenas vivió unos meses en tierras vascas-, está convencido de que tal vez no habría llegado a ser escritor  si no hubiera vivido, coincidiendo con el último lustro del siglo XX, en la "bendita" ciudad de León, donde conociera a narradores y poetas "maravillosos" como José Luis Puerto, Tomás Sánchez Santiago, Alberto Rodríguez Torices, Juan Campal, Gregorio Fernández Castañón o Máximo Cayón Diéguez. "Todos ellos, y otros muchos que vendrían después, me marcaron humana y creativamente, y me enseñaron y me animaron para que diera mis primeros pasos por el camino siempre incierto de las letras escritas", precisa este creador, que se fogueara en la escritura en el desaparecido periódico 'Transeúntes', "gracias a la confianza que depositó en mí el hermano José Luis". En aquel periódico José Ignacio escribía, aparte de diversos reportajes sobre temas varios, una columna titulada 'Crónicas de Villacansina', lo que le permitió lanzarse al ruedo, con el apoyo de una persona que lo leía, que lo animó a escribir algo más creativo. Recuerda que en aquella época estaba leyendo a Manuel Rivas, sobre todo aquellos cuentos que dieran origen a la película 'La lengua de las mariposas', que a él le inspiraran la escritura de un cuento, con el que acabaría ganando un certamen nacional de relatos. Un premio definitivo, porque "de no haberlo conseguido, no sé si hubiera escrito algo más", matiza. Además del escritor y periodista gallego, José Ignacio reconoce, dependiendo de la época, la influencia, consciente o inconscientemente, de otros muchos escritores, entre ellos Borges, García Márquez, Cela, Muñoz Molina, Millás, Andrés Trapiello o Tomás Sánchez Santiago. Y fundamentalmente Delibes, que en su adolescencia le enseñó cómo personas comunes y corrientes, como las que él conocía cuando veraneaba en el pueblo familiar, podían convertirse en héroes literarios. "Más tarde me marcó la lectura del Quijote...Y está claro que, sin caer en la copia o el plagio, cuanto mejor se lee, mejor se escribe", sintetiza este apasionado de León y el carácter de sus gentes, sus paisajes, su Semana Santa, que tanto le han marcado en términos literarios, vitales, sobre todo en sus comienzos, porque "lógicamente, cuando uno se distancia descubre nuevos horizontes que se reflejan en lo que escribe".
"Narradores y poetas maravillosos como José Luis Puerto, Tomás Sánchez Santiago, Alberto Rodríguez Torices, Juan Campal, Gregorio Fernández Castañón o Máximo Cayón Diéguez... Todos ellos, y otros muchos que vendrían después, me marcaron humana y creativamente, y me enseñaron y me animaron para que diera mis primeros pasos por el camino siempre incierto de las letras escritas"
Reconoce que no entendería un José Ignacio García escritor que no estuviera asociado a León, donde ha conseguido premios y reconocimientos, la ciudad en la que ha publicado varios de sus libros. Leonesa es, asimismo, una de las aventuras literarias de la que se siente más orgulloso: el proyecto cultural 'Contamos la Navidad', que creara en 2009 con la familia Chamorro (Impresión Punto y Seguido), y que no ha dejado de darle alegrías, siendo la última y más importante la concesión del premio 'La Armonía de las Letras 2015' a la promoción cultural, "un acicate para seguir adelante, cuando las fuerzas empezaban a flaquear". En este sentido, José Ignacio considera a Gregorio Fernández Castañón, del que sólo puede decir cosas buenas, como a uno de los principales socios e impulsores del proyecto 'Contamos la Navidad'.  Y también como alguien extraordinario que lo rescatara del olvido literario, que lo convenciera para que volviera a escribir, tras varios años sin hacerlo, y de este modo surgiera su novela 'Mi vida, a tu nombre', de la que se siente muy orgulloso. "Gregorio es un espejo donde me miro: escribe, edita, fomenta, patrocina y promociona la Cultura, recupera historias y monumentos desconocidos u olvidados, alienta a muchos autores... y colabora altruistamente con casi todo el mundo que pide su ayuda. En mi opinión León debería hacerle un monumento, porque de una manera privada, y jugándose sus propios bienes no deja de luchar por poner a León y su Historia en el lugar de privilegio que merecen". Así de contundente se expresa este especialista en narrativa breve, al que, por lo demás, no le gusta que lo encasillen como cuentista -aunque el cuento no sea un subgénero, sino un género en sí mismo, cada vez más valorado y reconocido-, habida cuenta de que, cuando a uno lo llaman cuentista –aclara- se asocia con que uno no es capaz de escribir historias más largas. En todo caso, José Ignacio tiene previsto que sus próximas creaciones sean de aliento largo. Y como avezado narrador recomienda, tanto a su alumnado de talleres de escritura creativa como a los escritores en general, que lo importante en un relato es colocar las palabras adecuadas en su lugar preciso, desde la primera hasta la última. "Creo que ninguna debe elegirse al azar, que si hay que elegir entre dos que digan lo mismo –como decía el maestro Pereira- debemos decantarnos por la más humilde". Cree, asimismo, que se debe evitar el exceso de adverbios y adjetivos innecesarios, "pecado de juventud que casi todos cometemos. Y por supuesto hay que poner música y emoción en las palabras, conflicto y tensión en los argumentos, dinamismo en los personajes, un ritmo trepidante que impida abandonar la lectura, y unos desenlaces que dejen boquiabierto al lector".

(puedes seguir leyendo esta fragua en este enlace): 

http://www.ileon.com/cultura/053480/jose-ignacio-garcia-gregorio-fernandez-castanon-es-un-espejo-donde-me-miro

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