miércoles, 27 de mayo de 2015

La fragua literaria leonesa: Joaquín Alonso

 
La Fragua Literaria Leonesa

Joaquín Alonso: "León fue en el pasado una tierra entrañable y luminosa"

Manuel Cuenya | 26/05/2015

El etnógrafo y antropólogo cultural Joaquín Alonso, autor de 'Alfarería tradicional en la provincia de León', está ahora inmerso en la elaboración de unos textos divulgativos sobre patrimonio histórico-artístico a nivel nacional, y en la elaboración de un artículo derivado del trabajo sobre alfarería leonesa, que viene a complementar lo que ha publicado recientemente.

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Especialista en la cultura leonesa y, por encima de todo un trabajador infatigable, Joaquín Alonso reconoce que ha empleado muchas horas haciendo trabajo de archivo, leyendo y releyendo sobre la historia y la cultura leonesa, recorriendo pueblos, caminos y sendas por los altozanos y las llanuras, por los fondos de valle y el curso de los ríos, por los piedemonte y los cordales de la montaña leonesa, siempre buscando la vida de sus gentes y su rastro cultural, lo que de un modo inevitable le ha permitido conocer bastante bien la provincia, sobre todo desde un punto de vista etnográfico y antropológico.
Recuerda que en su día Julio Caro Baroja, uno de sus maestros, definió León como una de las provincias con mayor interés antropológico de la península, "una circunstancia en la que, a mi juicio, debe incluirse las que conformaron el Viejo Reino de León. Pero el territorio leonés es especial al estar condicionado por una evidente variedad geográfica y por una multitud de pequeños pueblos, cada uno con su modo de vida dentro de la homogénea realidad que pueda haber en las áreas comarcales". Esta circunstancia ha generado una gran profusión de rasgos –aclara el autor de 'Alfarería tradicional en la provincia de León'– que se materializa tanto en las manifestaciones culturales que definen lo que es León, como en los propios matices que diferencian y personalizan a esos grupos humanos. "En ambos casos, son razones inequívocas de la identidad leonesa", puntualiza. Por otro lado, ya en los años ochenta se hablaba del ocaso de la vida tradicional –rememora–. Pues bien, a pesar de esa realidad, aún le sigue llamando la atención su prolongada continuidad, la permanencia, aunque no generalizada, de un buen número de tradiciones que perviven en un presente saturado de globalización, descreimiento e impersonalidad. "Es algo que se puede comprobar en la religiosidad popular, la música, los deportes autóctonos (lucha leonesa, bolos en sus variantes), ciertas artesanías –pocas, pero algunas–, los pendones, la institución concejil..., que resisten a duras penas los ímpetus de la mentalidad contemporánea", argumenta Joaquín, quien, como individuo, se considera parte de la realidad de un tiempo que, al igual que los de su generación, posiblemente haya que encuadrar en la casilla del eclecticismo, ante la multitud de cambios a los que han tenido que adaptarse. "En consecuencia, desde esta óptica y a estas alturas de la vida, diferencio mi acontecer personal de aquélla experiencia y conocimiento que me ha proporcionado el estudio de este territorio, hasta conducirme a pensar y sentir que León fue en el pasado una tierra entrañable y luminosa, y hoy es una 'adenda territorial' desesperanzada, con su talento emigrado, con sus fuerzas debilitadas y sin el espíritu colectivo suficiente como para luchar por ella misma".
"El territorio leonés es especial al estar condicionado por una evidente variedad geográfica y por una multitud de pequeños pueblos, cada uno con su modo de vida dentro de la homogénea realidad que pueda haber en las áreas comarcales".
Aunque normalmente hay un nexo invisible que nos une a la tierra donde hemos nacido, según él, lo que hace que queramos volver al seno de donde nacimos, "a nuestro rincón térreo donde están los 'nuestros' por los siglos de los siglos", Joaquín también es consciente de que los significados que se llegan a otorgar a los lugares de origen son tan sólo consecuencia de las vivencias que se han tenido en ellos y que las sociedades cambian, "culturalmente hemos entrado en una nueva dimensión que minimiza la fortaleza de los vínculos con la procedencia de cada uno. Ahora se tiene más en cuenta el momento y sus expectativas que las nostalgias, pues a veces resultan ser auténticos nudos gordianos", apostilla este investigador nato, que dirigido y codirigido diversos proyectos de investigación, tanto para el Ministerio de Cultura o la Diputación de León como para la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Castilla y León. Como prueba fehaciente de su labor, Joaquín ha recibido varios galardones literario/culturales, entre los cuales se halla el Premio "Libro Leonés" 2014, otorgado por la Diputación Provincial de León. No obstante, aclara que los premios pueden decir mucho pero también pueden no decir nada, porque el prestigio reside en que el premio se otorgue de un modo transparente e independiente, que es lo que garantiza su validez. En todo caso, "el premio más preciado es aquél que nace del reconocimiento espontáneo y sincero de la sociedad, porque entiendo que el mérito no es precisamente un hecho puntual, sino una trayectoria. Si se premia hay que premiar lo verdadero, lo auténticamente meritorio, no lo aparente y amañado, ni esas realidades falseadas y bien publicitadas que hoy día se ponen en escena sin ningún tipo de rubor", precisa este prestigioso conferenciante, cuyas intervenciones en diversos foros, tanto de ámbito nacional como internacional, siempre versan sobre el patrimonio etnográfico de León y de provincias aledañas: su especialidad.
"Culturalmente hemos entrado en una nueva dimensión que minimiza la fortaleza de los vínculos con la procedencia de cada uno. Ahora se tiene más en cuenta el momento y sus expectativas que las nostalgias, pues a veces resultan ser auténticos nudos gordianos"
Cuenta que en sus inicios era "caro-barojiano", deudor de su metodología y de su aportación como introductor en España de la Etnohistoria. "De hecho conocí a don Julio", matiza este antropólogo cultural que reivindica el estudio  del ser humano como "ente cultural" en el contexto de varias disciplinas: la Antropología, la Etnografía (como base empírica) y la Etnología (como pauta comparativa de las realidades que perviven en las distintas áreas culturales). "La Antropología Cultural tuvo sus inicios en el estudio que un leonés, Fray Bernardino de Sahagún, realizó y plasmó en su libro 'Historia de las cosas de la Nueva España', aunque académicamente comenzó a ser considerada a principios del siglo XX a partir de las investigaciones del antropólogo estadounidense Franz Boas y de sus seguidores Robert H. Lowie, Alfred L. Kroeber y el alemán Edwar Sapir. Tanto Boas, como Kroeber y Marvin Harris fueron, entre otros autores, básicos en mi formación", especifica Joaquín, que también reconoce la figura de José Luis Alonso Ponga (su director de tesis), quien, además, ha tenido que navegar en las difíciles "aguas regionales". Un prestigioso antropólogo, cuya aportación al conocimiento de la cultura tradicional es incuestionable.
Leyendas y cuentos en la provincia de León
Joaquín, aparte de 'Alfarería tradicional en la provincia de León', cuya innovación fuera la de documentar la actividad alfarera de Jiménez de Jamuz en el siglo XVII, así como el añadido de nuevos epígrafes sobre los inicios de la alfarería en la provincia, los alfares que hubo en ella y la aportación de un catálogo que recoge todas las piezas realizadas en los alfares de Jiménez, tiene otros títulos publicados como 'Rutas inéditas por León' o 'Astorga en imágenes', con incursiones en lo literario, como ocurriera con su colaboración con el libro colectivo 'Leyendas de León contadas por', "un interesante proyecto que permitió una enriquecedora y singular experiencia literaria realizada por un amplio conjunto de  autores de lo más dispar, de los cuales muchos tuvimos que afrontar el duro ejercicio de la narrativa para construir un texto que esta vez no iba a quedar olvidado en un cajón, sino que iba a ser publicado". En su caso, escribió una historia contemporánea a partir de la leyenda del castillo de Gordón. "En la narración encajo la leyenda tal como a mí me la contaron, pero al tiempo procuré que lo narrado se convirtiese en otro suceso legendario mediante una pequeña fabulación que en su día me insinuó el editor, que no fue otro que Joaquín Alegre, supremo ideólogo de la ocurrencia y hacedor de la editorial Rimpego, también responsable de otro libro posterior que se construyó con una traza semejante y que tiene por título 'Cuentos de León narrados por'".

(puedes seguir leyendo esta fragua en el enlace): 
http://www.ileon.com/cultura/051860/joaquin-alonso-leon-fue-en-el-pasado-una-tierra-entranable-y-luminosa

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