martes, 14 de abril de 2015

La fragua literaria leonesa: Pablo Huerga Melcón


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La Fragua Literatia Leonesa

Pablo Huerga: "La Filosofía ahora no puede salvar el mundo, ni curarlo"

Manuel Cuenya | 14/04/2015

El profesor, filósofo y ensayista Pablo Huerga Melcón, autor de 'El fin de la educación', Premio de las letras Asturianas en 2009, está a punto de publicar nueva obra, 'La ventana indiscreta', un ensayo filosófico materialista sobre el cine.

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Pablo Huerga Melcón. Foto: Esther Castro Martínez.
Premio de las Letras Asturianas en 2009 por su ensayo 'El fin de la educación', Pablo Huerga Melcón es un filósofo y ensayista nacido en Benavides de Órbigo, "una 'villa' arraigada en el trabajo y el esfuerzo, que a pesar de que también sufrió a su modo el maremoto de dinero europeo que arrasó España, sigue adelante. Un referente renovado en la comarca del Órbigo y en la provincia de León. Siempre lo ha sido. No hay más que ver las Fiestas del Cristo, año tras año".
Formado en la Facultad de Filosofía de Oviedo, donde realizó su tesis doctoral con el maestro Gustavo Bueno, "el mejor filósofo español del siglo XXI, y uno de los más grandes de todos los tiempos", asegura Pablo, quien desea que la obra del autor de 'El mito de la cultura' se divulgue y sea leída todo lo posible por los españoles, porque "en su trabajo hay ante todo una exaltación de la firmeza, de la fortaleza, de la resistencia, de la tenacidad, el altruismo y el rigor racionalista contra el fanatismo y el papanatismo ideológico que hoy hunde a España en la miseria". En este sentido, está convencido de que aquellas personas que estén en disposición de leer alguno de los magníficos libros de Gustavo Bueno, estarían salvadas de la barbarie. Así de contundente se expresa este profesor de Filosofía y Coordinador de Nuevas Tecnologías en el IES Rosario de Acuña de Gijón.
'El fin de la educación' es un ensayo de análisis filosófico de la educación desde el materialismo filosófico, que estudia el origen histórico de la escuela en su vinculación con transformaciones históricas como el origen de la escritura alfabética, así como de las crisis de personalidad que han ido fraguando la Historia. Se lamenta Pablo que ahora ya ha desaparecido de este premio la categoría de ensayo en la que le cupo la suerte de participar.
Aparte de este laureado ensayo, ha publicado 'La otra cara del Guernica', un extraordinario análisis del cuadro de Picasso, y 'La ciencia en la encrucijada', que recoge su trabajo de Tesis doctoral sobre el físico soviético Boris Hesse, siempre desde el materialismo filosófico, que es una doctrina de raíces profundas y lejanas, arraigada en los mismos orígenes de la filosofía académica, en Grecia, y construida por Gustavo Bueno en una serie de libros que, para él, son fundamentales: 'Ensayos materialistas', 'El animal divino', 'Teoría del cierre categorial', 'España frente a Europa', 'El sentido de la vida', entre otros, habida cuenta de que la obra del filósofo Gustavo Bueno es extensa y sustanciosa.
Argumenta Pablo que el materialismo filosófico consiste en analizar las ideas filosóficas considerándolas como entidades materiales (dotadas de una materialidad no tangible, pero tampoco reducibles meramente a pensamientos o productos psicológicos), por tanto, en conceder a la Filosofía un valor como disciplina académica sustantiva. "Además, el Materialismo entiende esta disciplina como un saber de segundo grado que se alimenta del propio desarrollo de las ciencias; un saber que considera las ideas como surgiendo y realizándose a través de las ciencias, artes y técnicas, en conflicto constante; y que usa la disciplina de la symploké platónica para analizar dichas ideas y sus conflictos, es decir, el pluralismo filosófico, entendido como racionalismo operatorio, no como relativismo; que no se conforma con tomar a las ideas en sus totalidades lingüísticas o estéticas y las analiza en sus componentes materiales y sus conflictos histórico-dialécticos".
Por tanto, se podría decir, en palabras de Pablo, que el materialismo filosófico es la única forma de practicar el arte de la filosofía académica hoy en día. "Pero es difícil de entender, de desarrollar, y de leer", matiza. "Lo que hoy se entiende por filosofía en general, no tiene nada que ver con la disciplina académica, o tiene tanto que ver con ella, como cualquier otra cosa; y los que suelen practicarla en tertulias y programas de radio, no suelen ser filósofos, sino más bien los nuevos sofistas. Pero es un fenómeno inevitable en democracia, como ya pronosticó Platón".
Como buen filósofo, señala que la Filosofía ha sido entendida tradicionalmente como la medicina del alma. Y el papel que debería cumplir hoy es criticar, analizar y dar la batalla de las ideas en la medida de lo posible. "La filosofía se ejercita siempre a la contra. Ahora, no puede salvar el mundo, ni curarlo. Si se está vivo, se está enfermo. Comprender el presente histórico, analizarlo, conocerlo todo lo que se pueda, es tarea de la filosofía; de los hombres, de los pueblos, condenarse o salvarse", nos previene, consciente de que si la enfermedad del mundo es una enfermedad moral no hay duda de que la Filosofía tiene un papel importante que desempeñar. "Ahora bien, si la enfermedad del mundo consiste en haberse insensibilizado con respecto a la filosofía, la cosa se complica, y seguramente el mundo enfermo, el mal de Europa es precisamente éste. Ya lo pronosticó hace muchos años Edmund Husserl en un libro famoso: 'La crisis de las ciencias europeas'. Nos hemos dejado arrastrar por el maquinismo desalmado".
"Benavides es arcilla, ladrillos, vino, sol y viento helado de Galicia. La conciencia clara del trabajo impostergable y pese a todo. El calor de Las Tejeras en invierno... Mirar desde la ventana de la escuela la ventisca con nieve racheada mientras un rebaño de vacas se dirige a la plaza del ganado. Los garrafones de vino de Melcón vacíos..."
Pablo, que en tiempos fuera profesor asociado de la Facultad de Filosofía de Oviedo, ha publicado en revistas como 'El Basilisco', 'El Catoblepas' o 'Paideia', entre otras, así como en diversos medios periodísticos. Es coautor de varios manuales de Filosofía de Enseñanza Secundaria y Bachillerato. Y ha colaborado también con la Universidad Autónoma de México en diversos proyectos editoriales, dirigidos por su amigo, el profesor mejicano Carlos Massé Narváez, desde el año 1999, cuando coincidió con él en Cuba en un congreso de Ciencia, Tecnología y Sociedad, adonde iba a presentar su ópera prima 'La ciencia en la encrucijada'. "Nos conocimos en Camagüey y pasamos también algún buen rato en La Habana. Era cuando el neoliberalismo empezaba a hacer estragos en el mundo académico universitario hispanoamericano a través de la OEI. Desde entonces siempre que me lo han pedido, he colaborado con ellos, y son ya varios los proyectos. Creo que les ha interesado la perspectiva del materialismo filosófico de Gustavo Bueno", rememora este autor leonés,  quien reconoce que su tierra es pródiga en escritores y estudiosos, como es el caso de Fray Bernardino de Sahagún, "sin duda uno de los más importantes eruditos leoneses de todos los tiempos". Asimismo, dice que ha leído con gusto a Llamazares, y a Luis Mateo Díez. "Recuerdo que hace ya muchos años hicimos la ruta del Curueño con tienda de campaña, siguiendo el libro de Llamazares, 'El río del olvido'".
(puedes seguir leyendo esta fragua aqui):
http://www.ileon.com/cultura/050317/pablo-huerga-la-filosofia-ahora-no-puede-salvar-el-mundo-ni-curarlo

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