jueves, 16 de octubre de 2014

De San Froilán a Cuba

Las fiestas de San Froilán, tanto en León como en Lugo, son santo de mi devoción (valga la redundancia de santidad), sobre todo las de Lugo. Espero que no se ofenda la ‘leonesidad’ andante y rampante. En todo caso, me acuerdo con afecto de los carros engalanados a su paso por la Plaza del Grano, la más bella de León. Y difícil se me antoja olvidarme de aquel año –era un rapacín- en el que mis padres, con su pareja galana y engalanada, ganaron al parecer -porque no vieron ni una perra gorda- el primer concurso provincial. Y ahora, que me da por rememorar, la editorial Everest llegó a editar un libro en el que figuraba este evento, ilustrado con una foto en primer plano de mi padre y de mi madre guiando el carro. También se me hace difícil olvidar el pulpo a feira de Lugo, aunque Manolo, el dueño del mesón Tres Portiñas (desafortunadamente ya cerrado) dice, o decía, que en Lugo el pulpo lo sirven duro, sobre todo para un berciano.

A las fiestas de la ciudad en que naciera San Froilán suelo acudir con religiosidad (un modo de hablar, nomás) desde hace un chingo de  años, que diría cualquier cuate, cuata o carnalita mexicana. Llama mi atención que el santo patrón de Lugo y de la diócesis de León anduviera de retiro espiritual, cual buen ermitaño, por las montañas del Curueño, ‘el río del olvido’, y también por Vega de Valcarce, en el Bierzo. Dos espacios literarios por los que siento cariño.

En estos momentos San Froilán, con su ritmo danzarín, me está llevando a Cuba. Qué curioso, que un santo me embarque en una aventura cubana, en este caso musical, porque el santo lucense, con sus magníficas fiestas declaradas de Interés turístico Nacional, me ha permitido escuchar este año, además del virtuoso violinista Ara Malikian o a la gaitera Susana Seivane, a orquestas míticas como Buena vista Social Club, compuesta por músicos de una calidad excepcional (como el colosal y ya desaparecido Compay Segundo). Buena vista social club –recomiendo también el visionado de la película homónima de Wenders- tocan como los ángeles mulatos (permítaseme esta licencia a lo Machín, otro enorme cubano de la música). 
A esta genial banda de músicos cubanos, con Omara Portuondo como estrella, tenía ganas de escucharla en directo desde hace tiempo, y aquí que se me presentó la ocasión hace tan sólo unos días, con motivo de las fiestas ‘luguesas’. Recuerdo, no obstante, que a Elíades Ochoa ya lo había escuchado en concierto en Ponferrada, pero no a la banda al completo. Una maravilla, que Lugo festeje por todo lo alto este San Froilán, que en León también toca la zanfoña.


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