Artículo publicado ayer miércoles en la Nueva Crónica.
Antonio
Donís y Antonio Morán siguen luchando como leones, contra viento y marea, para
llevar adelante el festival de cine de Ponferrada, que este año ha cumplido su
duodécima edición, aparte de dos certámenes previos dedicados al cortometraje,
durante los años de 2001 y 2002, cuando la Escuela de Cine (con su monumento como
recuerdo perdurable) comenzaba a desplegar sus alas y aspiraba a volar muy alto.
Tiempos gloriosos aquellos, una época en la que nos hicieron creer que vivíamos
en el País de Jauja, lo que resultó una vil patraña construida sobre cimientos
de barro.
Se
alegra uno de que haya personas como Donís y Morán, quienes comenzaron con la
Asociación ‘Mi Retina me engaña’ a sentar las bases de lo que llegaría a ser el
festival de cine de la capital del Bierzo. Extraordinario se me antoja que
sigan tirando del carro, que continúen echando a rodar su labor por el
travelling de los sueños, y ojalá este festival perviva, aunque ya no quede ni
rastro de aquella escuela de cine prometedora por la que pasaron e impartieron
clases algunos de los más importantes de nuestra cinematografía, entre otros
muchos, Fernando Trueba (un tipo con sentido del humor y la cabeza bien
amueblada), Alejandro Amenábar, que en aquel tiempo andaba tras la adaptación
de ‘El perfume’, de Süskind, aunque luego acabaría filmando ‘Mar adentro’, o
Fernando León de Aranoa, que nos mostró un interesante documental,
‘Caminantes’, sobre la marcha zapatista, y que nos ha cautivado con ‘Princesas’.
El festival de cine de Ponferrada comenzó en 2003, con la
presencia del cineasta berciano Chema Sarmiento, que sigue viviendo e
impartiendo clases de cine en París. Asimismo, por este festival han pasado
otras figuras del cine como el vasco-leonés Imanol Arias, la estrella Charo López,
el ya fallecido Álex Angulo, el gran Miguel Rellán, que tiene orígenes
bercianos, o la ponferradina Otilia Laiz, a la que recordamos con afecto por su
interpretación en ‘La Comunidad’, de Álex de la Iglesia, y que ahora vive, como
el realizador de ‘El filandón’, en la capital francesa.
Un
festival que se despuntó con un estupendo tirón, gala incluida, y que, con el
transcurso de los años, por falta de financiación, se ha mantenido de milagro,
aunque con varias secciones interesantes, como ocurre este año, que se prolongarán
casi hasta finales de diciembre con las proyecciones de algunos títulos
emblemáticos sobre la memoria del pasado como ‘Vencidxs’ o ‘Los colonos del
caudillo’, documental que clausurará la programación el 19 de diciembre en el Centro
Cultural Río Selmo de la capital berciana.