Danzarín

Con Chero y Avelino en Casa de León en Coruña

Anda uno de allá para acá, de la Ceca a la Meca, por el mundo "alante" con la fragua al hombro cual si se tratara de un afilador de cuchillos (mítica figura, sin duda). Y así no hay tiempo material para sentarse a escribir en tiempo y en forma. Lo cierto es que tampoco han sido tantas correrías, para qué engañarnos, pero volver a la caverna, al redil, al terruño, después de darle al dance y friegue por algunos mapas afectivos, lo deja a uno como para el arrastre, y así no hay quien retome el pulso cotidiano-vulgar, la rutina, el día a día. 

En el fondo, a uno -debo confesarlo, una vez más, aunque no sea nada creyente- no le gustan las rutinas, ni los asuntos demasiado pre-programados. Y por eso salir al exterior, como un quijote cualquiera, procura emociones intensas, acaso porque en el movimiento está la emoción. 

Me encantó presentar mi fragua en Coruña, y volver a reencontrarme con Chero-Celemín, con quien tuve la oportunidad de hacer varios proyectos-realidades como las Tardes de cine, El Bierzo y su gastronomía o la Guía de Bembibre. Y luego la presentación en la Casa de León en Madrid, arropado por amigos/as del Bierzo (algunos viven habitualmente en la capital). 

Con Rafael y Juanma en Casa de León en Madrid

Varela en Casa de León de Madrid

Como Juanma Colinas, que tuvo a bien presentarme. O bien Varela, que hizo lo propio, aunque no estuviera prevista su intervención (algo que no olvidaré), pues coincidió que ese día estaba en los madriles para ver alguna obra de teatro. 

Con José Luis Moreno-Ruiz en Casa de León en Madrid

Y por supuesto me hizo muchísima ilusión que estuviera presente, entre el público, José Luis Moreno-Ruiz, a quien recordé y recordaré, con su legendario y auténtico programa de Rosa de Sanatorio, que tan buenos me procurara allá por los ochenta, y donde hiciera algunos de mis primeros pinitos hilvanando palabras, que tuvieron su difusión a través de este grandioso programa de Radio 3.  

Con Fabiola en La Maga-Fuenlabrada

Al día siguiente de la presentación en Madrid, estuve en Fuenlabrada, en el café librería La Maga (curioso guiño a Rayuela) que acaso lo emparenta con Del lado de acá y del lado de allá que vertebra La fragua de Furil.

Y ahora a seguir dándole a los cuentos y cuentacuentos mientras tomo oxígeno para volver a las andadas.