Hace ya algún tiempo, quizá varios años, leí en el Diario de León una columna de César Gavela en la que nos hablaba de un Bierzo con muchas capitales, y Noceda figuraba entre otras como capital láctea. Ahora que estamos a las puertas de un nuevo año Jacobeo podríamos imaginarnos una Noceda compostelana, un camino de romería, un santuario de peregrinación, mas intuyo o supongo que Gavela se refería a una Noceda hecha de leches y lecherinas. Si esto es como suponemos, lejos quedan aquellos tiempos en los que Noceda fuera capital de vacas pardoalpinas y pintas lecheras dispuestas, todas ellas, a dártela incluso con queso y nata montada. Qué rica estaba aquella leche. Qué gusto de nata. Y qué sabrosos requesones. Entonces Noceda era un paraíso láctico y aun galáctico. Como para rechuparse los dedos. Y hasta se servía leche a los turistas y oriundos en fiestas patronales. Lejos quedan aquellos tiempos en los que el nuestro fuera un pueblo conocido en el resto del Bierzo por sus vacas y sus lecheras. Me lo dijo en una ocasión el amigo Roberto Jáñez: «las lecheras de Noceda tenían buena fama en el todo Bierzo». Si lo sabré, que también mi familia se dedicó al negocio de vender leche en la capital del Bierzo Alto. Ya que de capitales hablamos. Un día, con tiempo y afecto, podríamos dedicarles una columna a las lecheras de Noceda, cercanas y entrañables, vecinas y familiares. Hijo y hermano de lecheras. Ahí queda eso. A Ismael, el ex alcalde de Ponferrada y amante de Nevenkita, le dicen, como para desprestigiarlo, el hijo de la lechera. Como si ser lechero o lechera no fuera algo digno. En qué mundo vivimos, santo santísimo.Qué clasismo e imbecilidad se gasta el personal. Pero sigamos con nuestro pueblo. Noceda del Bierzo era en verdad un pueblo lechero y vacuno. Y las lecheras eran casi personajes míticos. Como para hacerles un monumento al trabajo. Hoy, en cambio, ya no vemos ni vacas, ni siquiera las de Venancio el de Josetón, algunas de Farfalluelo, quizá otras de Quico el Pito (no estoy seguro) y un buen rebaño de El Pellejero, por citar a los pocos «vaqueros» que en Noceda son. A lo mejor me he olvidado de algunas vacas y algunos vaqueros. Pido disculpas por ello, si así fuere. Vacas lecheras, en cualquier caso, no hay muchas. A lo sumo queda alguna que otra vacona o machorra capaz de arrearte una patada en la espinilla. O donde se tercie. Noceda, en la actualidad, no es capital de casi nada, ni siquiera de las castañas pared, lo cual no le resta importancia como «villa» ni como ayuntamiento o untamiento, que decía un querido paisano y es palabro habitual en boca del amigo Pedro Trapiello. Pues uno quiere su pueblo como es. Bien mirado tampoco es necesario que sea capital de nada. Como mucho, se me ocurre que Noceda podría ser capital de descanso. En realidad ya lo es. En cuanto podemos, nos escapamos de la capital templaria o de la villa del Benevivere para templarnos o reponernos en la serranía de Gistredo. Cuando llega el verano, y el calor se hace pegajoso en el hoya ponferradina, Noceda es como una bocanada de aire puro y refrescante. Por lo demás, es un pueblo situado en un entorno hermoso, acaso sea éste uno de los valles más guapines del Bierzo.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Noceda, capital del descanso
Hace ya algún tiempo, quizá varios años, leí en el Diario de León una columna de César Gavela en la que nos hablaba de un Bierzo con muchas capitales, y Noceda figuraba entre otras como capital láctea. Ahora que estamos a las puertas de un nuevo año Jacobeo podríamos imaginarnos una Noceda compostelana, un camino de romería, un santuario de peregrinación, mas intuyo o supongo que Gavela se refería a una Noceda hecha de leches y lecherinas. Si esto es como suponemos, lejos quedan aquellos tiempos en los que Noceda fuera capital de vacas pardoalpinas y pintas lecheras dispuestas, todas ellas, a dártela incluso con queso y nata montada. Qué rica estaba aquella leche. Qué gusto de nata. Y qué sabrosos requesones. Entonces Noceda era un paraíso láctico y aun galáctico. Como para rechuparse los dedos. Y hasta se servía leche a los turistas y oriundos en fiestas patronales. Lejos quedan aquellos tiempos en los que el nuestro fuera un pueblo conocido en el resto del Bierzo por sus vacas y sus lecheras. Me lo dijo en una ocasión el amigo Roberto Jáñez: «las lecheras de Noceda tenían buena fama en el todo Bierzo». Si lo sabré, que también mi familia se dedicó al negocio de vender leche en la capital del Bierzo Alto. Ya que de capitales hablamos. Un día, con tiempo y afecto, podríamos dedicarles una columna a las lecheras de Noceda, cercanas y entrañables, vecinas y familiares. Hijo y hermano de lecheras. Ahí queda eso. A Ismael, el ex alcalde de Ponferrada y amante de Nevenkita, le dicen, como para desprestigiarlo, el hijo de la lechera. Como si ser lechero o lechera no fuera algo digno. En qué mundo vivimos, santo santísimo.Qué clasismo e imbecilidad se gasta el personal. Pero sigamos con nuestro pueblo. Noceda del Bierzo era en verdad un pueblo lechero y vacuno. Y las lecheras eran casi personajes míticos. Como para hacerles un monumento al trabajo. Hoy, en cambio, ya no vemos ni vacas, ni siquiera las de Venancio el de Josetón, algunas de Farfalluelo, quizá otras de Quico el Pito (no estoy seguro) y un buen rebaño de El Pellejero, por citar a los pocos «vaqueros» que en Noceda son. A lo mejor me he olvidado de algunas vacas y algunos vaqueros. Pido disculpas por ello, si así fuere. Vacas lecheras, en cualquier caso, no hay muchas. A lo sumo queda alguna que otra vacona o machorra capaz de arrearte una patada en la espinilla. O donde se tercie. Noceda, en la actualidad, no es capital de casi nada, ni siquiera de las castañas pared, lo cual no le resta importancia como «villa» ni como ayuntamiento o untamiento, que decía un querido paisano y es palabro habitual en boca del amigo Pedro Trapiello. Pues uno quiere su pueblo como es. Bien mirado tampoco es necesario que sea capital de nada. Como mucho, se me ocurre que Noceda podría ser capital de descanso. En realidad ya lo es. En cuanto podemos, nos escapamos de la capital templaria o de la villa del Benevivere para templarnos o reponernos en la serranía de Gistredo. Cuando llega el verano, y el calor se hace pegajoso en el hoya ponferradina, Noceda es como una bocanada de aire puro y refrescante. Por lo demás, es un pueblo situado en un entorno hermoso, acaso sea éste uno de los valles más guapines del Bierzo.
cita:
ResponderEliminar"Ahora que estamos a las puertas de un nuevo año Jacobeo podríamos imaginarnos una Noceda compostelana, un camino de romería"
Y te recuerdo que:
Nuestra Virgen de las Chanas
>>>>
Yten una bula que contyene los Santos Jubileos y gracias de la yglesíaconcedyda por Nuesto Padre papa Systo Pío quinto su Apo las calendas de Marzo año de myl quynyentos y ochentaysyete en pergamyno pendyente en cuerdas coloradas.
>>>>>
un saludo.....
nos vemos en el pueblin...