jueves, 31 de enero de 2019

La fragua literaria leonesa: Alicia López Martínez



LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Alicia López: "La poesía representa una catarsis y es una bocanada de aire que me invita a sonreír o a llorar"

La poeta y profesora asturleonesa Alicia López Martínez, autora de 'Pálpitos de la luna nueva', está en estos momentos escribiendo otro poemario.

Alicia López
Alicia López. Foto: Manuel Cuenya
Manuel Cuenya | 30/01/2019 - 12:52h.
Avanzo, perdida, errante,
a lo largo de un infinito muro de granito.
Se agitan las piedras con mis pasos,
gimen tristeza
al ver que mis labios, enmudecidos, sellados,
gritan y gritan un silencio
ahogado...
(Alicia López Martínez, 'Cenizas', incluido en 'Pálpitos de luna nueva')
Filóloga, profesora de Lengua y Literatura, Alicia López Martínez es poeta y autora de  'Pálpitos de luna nueva', editado por PiEdiciones en 2018, cuyas ilustraciones, la mayoría, incluida la cubierta del libro, corresponden a su hijo, que es todo un artista.
"Las ilustraciones que complementan el libro son el lazo de unión entre mi hijo Iván y yo. 'Ut pictura poesis', que dijo Quinto Horacio Flaco", nos aclara Alicia, que muestra su gratitud a la editorial PiEdiciones por haberle dado la posibilidad de publicar. Y le permitiera, en su opinión, dar estos pequeños pasos.
El título de este volumen, prologado por el escritor Juan Campal (quien figura en la fragua de este diario digital), sintetiza la concepción que tiene su creadora de lo que significa para ella escribir: "es pálpito y es luna, símbolo recurrente en mi obra porque se trata de mi alter ego en el que desbordo toda la imaginación. 'Pálpitos de luna nueva' es por tanto un título –añade– que es metáfora que refleja el cambio, la evolución".
Y en este mismo sentido el título de su libro hace referencia a un renacimiento, a una reaparición. "Nueva en su significado pleno: nueva vida", precisa Alicia, que hizo una selección de poemas de diferentes épocas con el fin de reflejar el eco de su trayectoria vital.
"Irrumpe, brota, se desvela Alicia en estos 'Pálpitos de luna nueva' con unos poemas que, sin abandonar el suave y rítmico oleaje de su, tantas veces, marina voz, me atrevo a decir, reúnen toda la delicadeza  belleza de la fuerza de una mar embravecida y dispuesta a cantar vivamente toda su potencia liberadora", escribe el narrador y poeta Juan Campal en el prólogo.
'Pálpitos de luna nueva', ensalzado por el polifacético Ramiro Pinto (a quien también le hemos dedicado fragua) "busca la complicidad con el lector en un acto de (con) vivencia abierta a todo tipo de interpretaciones", afirma esta lectora 'empedernida', cuyo gusto por la literatura nace de niña. Y que siendo adolescente ya escribía de un modo creativo en su afán por "comunicar y comunicarme con".
Escribe Ramiro Pinto, a propósito de 'Pálpitos de luna nueva', que Alicia "parte de ella misma, pero busca al otro, al lector, sin caer en confesarse gracias al uso de la metáfora, para convertir su realidad en poesía que busca lo concreto... Sabe lo que es hacer poesía, qué es, pero no se esconde en ella, no camufla sus tallos de versos ni sus flores en la técnica, como suele ser frecuente, sino que se entrega, se da..."
"León y Asturias. Sus ojos se admiran mutuamente. Nada sería sin Asturias y su cantábrico oleaje y nada sería sin León y su tierra de secano".
A través de la poesía se dio cuenta de que podía comunicar sus estados anímicos, sus visiones del mundo... Y de este modo ha continuado hasta la fecha actual. "La dualidad entre poesía y yo es patente y queda reflejada en múltiples poemas donde dialogo con ella, donde la añoro o donde, simplemente, soy ella. Es mi todo y mi nada, el yin y el yang, mi refugio y mi zozobra... La poesía, que es la suma de sentimiento y expresión a través de la palabra, representa una catarsis y es una bocanada de aire que me invita a sonreír o a llorar", sostiene Alicia, quien, a resultas de su formación filológica y su profesión como docente, es consciente de sus ventajas a la hora de acceder a la literatura de manera continua, descubriendo y redescubriendo autores y técnicas, aunque para ser poeta no haga falta una formación en filología, según ella. "A su vez a través de las clases intento que el alumnado acceda también a ella, ya sea a través de estudio o de una manera lúdica", señala esta profesora, que tuviera la ocasión de ejercer como lectora de Español en Wisconsin (Estados Unidos), lo que supuso para ella una gran experiencia.
"EE.UU significó vencer el reto de saberme poseedora de mi yo.  Estar en ese país, ha calado en mi personalidad por haber sido la primera bifurcación en el camino de la vida y un punto y aparte. Allí se terminó el mundo universitario y entré de lleno en el mundo laboral con todo lo que ello conlleva.  Su estancia es parte de mi vida pero tiene escaso significado en mi obra", rememora la poeta asturleonesa Alicia, porque sus raíces, "complementarias", son León y Asturias. "Sus ojos se admiran mutuamente. Nada sería sin Asturias y su cantábrico oleaje y nada sería sin León y su tierra de secano".

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