Comenzamos con una
entrevista al escritor berciano Manuel Cuenya, que recientemente ha publicado su
último libro: “Mapas afectivos”, en el que describe cómo debería ser o cómo
siente él la temperatura afectiva y emocional de cada lugar que visita. Viajero
intrépido e incansable, recorre desde lo humano, lo vital y lo literario
diferentes rincones del mundo hasta volver a casa. Siempre vuelve a casa, a su
hogar, a su Bierzo natal, matria y patria mágica donde encuentra el fuego.
Muchos ya le conocen, y quienes no hayan oído hablar de él, tendrán la suerte
inmensa de descubrirlo (Marta Muñiz)
Entre fuentes y
montañas, en el útero de esa región mágica y subyugante que es El Bierzo, nació
el escritor Manuel Cuenya, en el bendito pueblo de Noceda, a los pies de la
Sierra de Gistredo. Este viajero infatigable se ha dedicado y se dedica en
cuerpo y alma a la enseñanza y la literatura. Ha sido profesor en Francia y
México y actualmente coordina el programa interuniversitario de la Experiencia
en el campus de Ponferrada, donde imparte clases de literatura, teatro y
escritura creativa en la Universidad de León (España).
“Tengo
la impresión de que la vida es también un viaje sin retorno”
Colabora habitualmente
con medios periodísticos como los diarios La Nueva Crónica o ileon.com. A
través del Colectivo Cultural La Iguiada edita la revista cultural ‘La Curuja’
y mantiene activo un blog muy interesante: /Cuenya.blogspot.com.es/
Con Marta Muñiz |
Ha entrevistado a
numerosos autores y artistas leoneses en su Fragua Literaria y
gracias a él su obra se difunde y también sus semblanzas, pero si algo debemos
destacar acerca de la trayectoria vital y literaria de Manuel Cuenya es su
condición de viajero incansable. Su alma trotamundos parece haber heredado la
esencia de Hemingway.
Manuel es un forjador
de palabras, un nómada tras las esencias, como él mismo reconoce. ‘Viaja, vive
y cuenta lo vivido y viajado’, es su lema. Heredero de la gran tradición
berciana que ennoblece la historia de la literatura de viajes con autores como
Ramón Carnicer, Gil y Carrasco, Antonio Pereira o Juan Carlos Mestre —que es un
poeta o un juglar que recorre el mundo a su manera— Cuenya nos regala sus
impresiones líricas e íntimas de cada lugar que recorre en libros inolvidables
como “La fragua de Furil”, “Viajes sin mapa”, “Trasmundo”, “El Bierzo y su
gastronomía” o su último libro, sus “Mapas afectivos”, con prólogo de Valentín
Carrera y epílogo de Julio Llamazares, editado por La Nueva Crónica. Un
recorrido por diversos países y continentes, por sus pueblos y sus ciudades,
desde Canadá a Estambul, desde Galicia a Marruecos, pasando por Oporto,
Salamanca, Urueña y ese viaje nostálgico y mediterráneo en el que evoca su
juventud de Atenas a Budapest. ‘Háblame de tu pueblo y hablarás del universo’,
nos dice Manuel. Y es que, como buen viajero, que no turista, Cuenya se
mimetiza con los paisajes y paisanajes que va descubriendo y a la vez, los
siente suyos, se reconoce en cada rostro, en cada sabor y aroma, se sabe parte
de sus raíces ancestrales, porque en el fondo, el ser humano busca los mismos
caminos en todas partes. Sobre este último libro, sobre estos ‘Mapas afectivos’
en los que Manuel busca la temperatura afectiva de cada tierra que pisa, dice
Julio Llamazares con acierto: “Es literatura pura, literatura viajera y
poética, geografía sentimental y fantástica, relato y cuento de
profundidad”.
(Podéis continuar leyendo la entrevista en este enlace: https://www.hildafusion.com/copia-de-de-petalo-y-de-rosa)
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