martes, 10 de octubre de 2017

La fragua literaria leonesa: José García Alonso

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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

José García Alonso: "Me gusta el trato con las palabras, es una relación tensa, que va de la angustia a la satisfacción y viceversa"

Manuel Cuenya | 10/10/2017 - 13:22h.

El poeta y prosista José García Alonso, autor de 'Formas de seguir abrazando', continúa trabajando en sus poemas e intentando rematar un libro de cuentos.

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"El ataúd de mi abuelo estaba en mitad de un pequeño saloncito. Aunque eran las doce, y el sol gritaba en la calle, la luz allí era escasa, mortecina, como si alguien hubiese querido adelantar el reloj en busca del crepúsculo para darle a la mañana la apariencia de la tarde que expira. Las ventanas estaban cerradas, semiocultas tras la transparencia de unos visillos festoneados y blancos, y olía a una mezcla de sudor y llanto y también a almendras y café. Una foto del abuelo miraba a la concurrencia desde los pies del ataúd y sonreía. Cuando entramos en la habitación sólo había mujeres y silencio. Mi abuela ocupaba un sillón tapizado de escay. Era de cuerpo rollizo y mofletuda y tenía unos ojos que parecían estar siempre escupiendo. Al mirarme sentí que me manchaba y me eché a temblar. Ya era hora, le dijo mi madre, y se agitó en el sillón. Las carnes de la cara se le movieron durante unos segundos como si hubiera relinchado. Mi madre puso su mano en mi cabeza y, con ademán cariñoso, me alborotó el pelo. Ve fuera, me ordenó.
Yo salí hasta la puerta de la casa, con la cabeza gacha, para encontrarme de bruces con el sol.
Lo miré fijamente un instante, porque me gustaba sentir la sensación de ceguera que provoca su visión directa, y la esperé allí, sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared de piedra, apuntando en mi libreta la palabra bayo, porque entonces tenía afición a buscar palabras en el diccionario Everest, y ya me duraba el gusanillo desde las últimas navidades"
(José García Alonso, 'Libro de familia (4)', incluido en su libro 'Formas de seguir abrazando')
Poeta y prosista, nacido en La Cabrera, José García Alonso se crió, como tantos hijos de la emigración de los años sesenta y setenta, según él, en Valladolid. Luego vivió durante algunos años en Extremadura y otros tantos en la cuenca minera de Laciana, en concreto en Villablino. Y ahora, desde hace apenas tres años, vive en Ponferrada, aunque reconoce que siempre ha estado, de una u otra manera, cerca del Bierzo, sobre todo por vínculos familiares y afectivos.
"Me gustan las ciudades pequeñas para vivir. Ponferrada es una pequeña ciudad, pero también lo es, por más que pueda ser varias veces más grande que Ponferrada, Valladolid; no encuentro demasiada diferencia entre una y otra, las hay, pero en el día a día no se notan demasiado. Hay un excelente poema, 'Ciudad de ceniza', del poeta Álvaro Valverde, que arranca con un precioso verso que dice 'Una ciudad es todas las ciudades'. Comulgo plenamente con ese verso, con ese poema, que creo recordar que está incluido en su libro, que recomiendo, 'Mecánica terrestre'", aclara José García Alonso, que ha recibido algunos premios literarios, aunque cree que  no han tenido ninguna trascendencia sobre lo que escribe. Y tampoco les da más importancia de la que tienen, "los míos muy poca... Pero en este oficio solitario, además de las opiniones y críticas de amigos y amigas que también se dedican a esto, a veces sientes la necesidad de que te midan la fiebre personas desconocidas. Los premios, en mi caso, han funcionado como pequeños termómetros".
De este modo se ha ido configurando su modo de ser y estar en el mundo, a través de su mirada poética. "A todos esos sitios les debo parte de lo que soy, me palpo en ellos, de todos tengo algo, todos son un poco parte de mí", afirma José, que siente un especial cariño por su tierra natal, Pombriego, porque para él es memoria, "que no de otra cosa estamos construidos", apostilla, esa memoria que siempre estuvo presente en la cocina de su casa, en las comidas familiares, "en las que tantas historias y vidas se han repasado y repetido. La memoria que uno rastrea para encontrarse con sus orígenes, con una geografía que se impone y marca lo que fuimos y lo que somos, una memoria llena de dignidad ante la injusticia, una memoria, en cierto sentido, de la pobreza", rememora el autor de 'Formas de seguir abrazando', su ópera prima, libro conformado por textos en prosa y en verso, aunque los textos en prosa, a su juicio, tengan también una carga poética importante, "de ahí que el libro se haya publicado en la colección de poesía de Alcancía", matiza, consciente de que, para este volumen, hizo una selección de lo que él consideraba firme, poemas y textos que surgieron en momentos y circunstancias diversas, "algunos muy alejados ya en el tiempo".
En todo caso, en este libro aparecen todos aquellos temas que siempre le han interesado, sobre los que siempre ha escrito, a saber, la memoria, el dolor y la pérdida, la dificultad que entraña crear. Todos ellos aunados por un nexo o decir común.

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