sábado, 3 de septiembre de 2016

Despedida al maestro Gustavo Bueno

Cuando una sociedad es compleja necesita un mapamundi, necesita filosofía, decía más o menos el filósofo Gustavo Bueno, que murió con las botas puestas, como él quería. Y que escribió un estupendo libro sobre el sentido de la vida.

Su materialismo filosófico, su teoría del cierre categorial pervivirá, porque Bueno construyó un potente sistema filosófico, que a partir de ahora, como nos recuerda su hijo Gustavo Bueno Sánchez, tendrá vida en México, en León Guanajuato, y en tantos sitios del mundo, lo cual es motivo de alegría en momentos de dolor por la pérdida de esta persona, de una talla ética y filosófica inmensa, que siempre estará presente, cuyas grandes virtudes, como también nos recordara uno de sus discípulos aventajados, eran la fortaleza y la generosidad, esa firmeza y ese darse a los demás. La vida ante todo firmeza, como dijera asimismo Marco Aurelio. Esa generosidad aplicada a la vida, a la enseñanza. 
Al hijo predilecto de Santo Domingo de la Calzada, donde le hicieran la despedida sus familiares y amigos, siempre lo recordaré como a alguien con una chispa, un ingenio, una capacidad de análisis (y síntesis) extraordinarias, con esa su sonrisa burlona, signo evidente de su prodigiosa inteligencia. Con un memorión no sólo enciclopédico, que también, sino semántico, relacional, afectivo, sin duda. 
Un sabio del siglo XX y parte del XXI, que nos ha legado un gran tesoro, porque Bueno abordó todos los campos, todas las materias, desde la filosofía. 
Lamento no haber podido asistir a su despedida en Santo Domingo de la Calzada, tan emotiva. Allí estuvieron, entre otros, el amigo Pablo Huerga, uno de sus alumnos y discípulos, que ha aplicado el cierre categorial al cine, con excelentes resultados, lo cual se me antoja magnífico. 
Agradezco, Santy Aguado, que me hayas enviado este enlace, que ahora comparto con todos vosotros (y vosotras). 
https://www.youtube.com/watch?v=VEewgBNFebw 

1 comentario:

  1. Decía el filósofo Bueno que el hombre libre es el que estudia. Ojala fuésemos todos más libres, pues seríamos capaces de poseer argumentos con los que se podría llegar más fácilmente a acuerdos de todo tipo, incluso políticos. En definitiva menos adocenados y dejando sin audiencia a los programas televisivos de telebasura. ¡Lástima de no haber conocido al profesor Bueno.

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