domingo, 17 de junio de 2012

Hopper, el pintor de la soledad


Qué curioso, Hopper, el gran pintor del realismo americano del siglo XX se murió el año en que me nacieran. Es probable que el cine de Wenders me llevara al descubrimiento de este maestro de los cuadros que retratan la inmovilidad y versan sobre grandes temas del mundo moderno/posmoderno como son el aislamiento, la soledad existencial y la añoranza de los individuos, atrapados casi siempre en relaciones confusas, desesperadas, al borde, en las que bulle cierta tensión. 

El cineasta alemán Wenders reconoce esta influencia pictórica en su cine. No hay más que ver París, Texas para darse cuenta de la impronta hopperiana en cada uno de sus planos.
A propósito de influencias de la pintura en el cine -que las hay y en abundancia- cabe señalar la que ejerciera La casa cercana a la estación (MOMA, Nueva York) en el decorado-casa que emplea el maestro Hitch en Psicosis. Es un calco, el cuadro de Hopper a la casa de Norman Bates, que vemos en este excelente e impactante clásico del terror. 


Deudor de la influencia de grandes pintores españoles, como Velázquez o Goya, y de franceses como Degas o Manet, el estilo realista de Hopper, simple y esquemático - reflejado, a lo largo de su trayectoria artística, en sus composiciones espaciales claras, hechas con colores claros, y líneas que se encargan de subrayan la soledad de sus personajes- me entusiasma, acaso porque pinta esa soledad sobrecogedora que envuelve a sus personajes, casi siempre viajeros, en estado de reposo, inmovilizados, como contemplando la nada, encerrados por ejemplo en la habitación de un hotel. Seres sin horizontes y sin sueños. Véase la Habitación de hotel, en el Museo Thyssen-Bornemisza, el cual le dedica ahora una exposición por todo lo alto. 


Hopper nos muestra la realidad cotidiana -incluso nos la cuenta-, con un lenguaje sencillo, basado en la economía narrativa. Por eso, es  el pintor por excelencia de calles desiertas, cafés medio vacíos (véase Los halcones de la noche), gasolineras (gasolinerías, que dirían en México), vías de ferrocarril, hoteles y moteles de carretera... cuyo modo de pintar influyó de un modo decisivo en el arte figurativo posterior y en el Pop Art.

1 comentario:

  1. Jesús Celis dice esto a propósito de mi texto sobre Hopper: "Es una preciosidad de exposición. Lo que más intriga es que los
    planteamientos teóricos de este artista se basan obsesivamente en la captación de
    la luz en todos sus matices. Todo lo demás es mucha literatura postrera- no menos
    interesante- de muchos críticos de arte y de cine."

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