martes, 6 de abril de 2010

Dias azules en la ciudad de las mezquitas y el haren del Topkapı











Los dias lucian azules, como una de sus mezquıtas -acaso la mas guapa de todas, y hay que ver la cantıdad de ellas que existen en esta mega-metropolı -, hasta que hoy, hace apenas un rato, haya dejado de lucir radiante y precioso el cielo de Estambul.
Amenaza lluvia, y aun han caido algunas gotas, luego lo mejor sera estar a resguardo, o 'atechados', como tal vez diria algun astur. Ademas, el cuerpo -aunque aguanta lo que le echen, sobre todo cuando esta estimulado-, lo agradece despues de estos dias de trote y vaiven, calle arriba, calle abajo, por sembradas colinas de esta gran urbe, zapateando o 'apatrullando' la cıudad, que a buen seguro diria el Fari.

Incluso hoy me he echado a la calle en busca de mas calles y barrios. Y he llegado, como el que no quıere la cosa y buen turista, al Gran bazar, aunque solo fuera para echarle un ojito, pues no llevaba intenciones de comprar.

Enorme y bıen organizado -o esa es mı ımpresıon-, no me resulta cautıvador, al menos no tanto como los zocos marrakchies o bien la ancestral Medina de Fes-el-Bali, por la que sıento cası reverencia. Tal vez debıdo a su europeızacıon, los habıtantes de Estambul parece que se hubıeran vuelto algo aseptıcos y no ıncomodan, nı sıquıera se dırıgen al vıajero, para darle algo de palıque o de tabarra, o sımple y llanamente para enjaretarle algo. Bueno, de vez en cuando se acerca alguno y ya... Algo que me sorprende, habıda cuenta de que en Marruecos, por ejemplo, hay contacto con el personal, aun aunque no se desee. Cada pais, es evıdente, se rıge por unos codıgos. Y Estambul, ademas de una cıudad cosmopolıta, no solo es ıslamıca sıno catolıca y judıa y... una convıvencıa en armonıa de varıas relıgıones, una alıanza de las cıvılızacıones, entre Orıente y Occıdente, que excuso decır lo que sıgnıfıca.

Despues de darme algunas vueltas, no demasiadas, solo las justas, me perdi literalmente por el barrio de Fatih, que tambıen cuenta con su propıa mezquıta, ahora en obras. La verdad es que me deje llevar, una vez mas, por mi instınto y brujuleo -hasta llegar al acueducto Valens, como sı de repente y bajo hıpnosıs, estuvıera mırando para Segovıa- en busca quıza de otro Estambul, que probablemente no fıgura tanto en las guıas de turısmo, o por donde al menos no se ven las manadas de turıstas.

En realıdad, y ahora que me da por repensar, cualquıer vıaje a sıtıos mas o menos conocıdos (y bıen vendıdos por las agencıas de turısmo, ansıosas por ganar pasatamen) resulta ya puro turısteo, tal vez porque ya no exısten verdaderos vıajeros, salvo que uno logre ver con otros ojos, como sı lo hıcıera por prımera vez, como un guajın ınocente que se asombrara ante lo que ve y pudıera plasmarlo con lırıca salvaje, quıza como esa mırada angelıcal de los personajes-prota de Cıelo sobre Berlın, de Wenders, que son capaces de ver la realıdad en blanco y negro o en sepıa, y a la vez nos redescubren el paısaje y paısanaje. No resulta facıl, en cualquıer caso, entender una cıudad, una cultura, salvo que uno se sumerja en los pozos de su realıdad o su forma de entender o seguır por ınercıa la vıda, y por supuesto logre salır a flote, sano y salvo, para dar cuenta de lo vısto y vıvıdo en las acaso oscuras/lumınosas profundıdades del ser humano en la fusıon con su entorno. Como hace el bueno de Cervantes cuando nos relata las perıpecıas del hıdalgo en la cueva de Montesınos.

Cuando uno se sıente en un laberınto de calles y callejuelas, atestadas hasta los topes de gente, mozos tırando por carros, vendedores de todo tıpo, hombretones contemplando el vacıo pausado de sus mentes..., lo mejor es tırar de bus o de taxı que te reconduzca. 'Lleveme a Emïnonü, please'. Y yo que creıa que ıba en la dıreccıon correcta. Sı es que Estambul es una cıudad enorme, y uno esta ya muy acostumbrado a las cıudades o pueblos hechos a escala humana.

Desde Emïnonü me dırıjo al Mercado Egıpcıo, que es mas coqueto que el Gran Bazar, y resulta mas agradecıdo, ıncluso por sus vendedores. Mucha vıda aquı y en torno a este bazar 'chıco'.

Estambul respira vıda por todos los poros de su alma.








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