sábado, 14 de noviembre de 2009

Escobas y aquelarres

A propósito de las hierbas y la brujería, que mencionamos ayer, os recomiendo que leáis al antropólogo Marvin Harris, y en concreto su libro, Vacas, cerdos, guerras y brujas. 

Sostiene Harris que las brujas en Europa están asociadas al empleo de ungüentos mágicos. De ahí sus largos viajes en escoba, viajes procurados, cómo no, por los alucinógenos que se metían entre pecho y espalda, o mejor dicho en la entrepierna, las muy espabiladinas. Entre estos alucinógenos figura la atropina, un potente alcaloide que produce la mandrágora, el beleño y la belladona. Esto les hacía caer en un profundo sueño, bajo el que practicaban sus aquelarres en copulación cósmica con el macho cabrío de turno. Se untaban algo de atropina en la entrepierna y a volar. Qué maravilla. Luego llegaban las persecuciones por parte de la sacrosanta Iglesia Católica, que no veía con buenos ojos el despelote y los orgiásticos vuelos imaginarios. Siempre la Iglesia tocando las pelotas al paisanaje. Vida y literatura en estado puro. El retorno de las brujas, con la contracultura y sus viajes o vuelos psicodélicos, sigue siendo algo que incomoda a la sociedad, porque las experiencias psicodélicas incluyen alucinaciones, percepciones distorsionadas de la realidad y sinestesias. Experiencias que son propias, por lo demás, de algunos trastornos mentales como la psicosis. En cualquier caso, lo que necesitamos es claridad y no oscurantismos. Luz, siempre luz. Objetividad. Razón. Desterrar la ignorancia, el miedo y el conflicto de nuestras vidas. 
Ignorancia, miedo y conflicto son, según Harris, elementos básicos de la conciencia cotidiana. Por su parte, el arte y la política elaboran con estos elementos una construcción onírica colectiva cuya función es impedir que la gente comprenda qué es su vida social.

Ignorancia: La mayor parte de la gente sólo es consciente de una pequeña parte de la diversidad de alternativas en los estilos de vida. Pero si queremos pasar del mito y la leyenda a la conciencia tenemos que comparar toda la variedad de culturas pasadas y presentes.


Miedo: Ante sucesos como el envejecimiento y la muerte, la falsa conciencia puede ser la única defensa eficaz. El miedo es lo que paraliza nuestras vidas.

Conflicto: En la vida social ordinaria algunas personas siempre controlan o explotan a otras. Estas desigualdades se presentan tan disfrazadas, mistificadas y falseadas como la vejez y la muerte.

El libro entero es extraordinario. Y Harris, ya muerto, el pobrecito, es uno de los mejores antropólogos, perteneciente al llamado materialismo cultural, que ha dado nuestra historia.

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