lunes, 27 de julio de 2009

Personajes y otros de Te di la vida entera

Pues heme aquí, de nuevo, con Zoé y sus personajes rocambolescos: el Fax y la Fotocopiadora, Buró con bucles, La Bajeza, las locas handicapés, Neuropatía óptica y Neuropatía periférica, la Bruja Roja, Leonarda Da Vence, El Ex-culo Nacional, Desequilibrio Crespo, Francaspa, Lila Escuela Medieval, el Tamaño Abad, Toti Lamarque y Tita Legrando, Legión de Honor Falsa, el Contestador Automático, Loreto el Magnífico, la Dama del Perrazo, el doble de Janet Jackson, la abogada Pélvica, y el presidente de la Egremonía, Mamerto Remando Betamax, entre otros. 
De Talla Super Extra Larga escribe: vestido de verde podrido –en clara alusión al Comandante- haciendo con la boca muequitas de retrasado mental o a alguien a quien ya le patina el coco por arterioesclerosis.



Cuquita, la prota, es una guajira que llega en el tren lechero a La Habana procedente de Santa Clara para trabajar como criada en casa de su madrina, María Andrea, y allí conoce a la Mechunga (la Mechu o Fala) y la Puchunga (la Puchu o Fana), dos lesbianas con quienes comparte cuarto, y que serán sus mejores amiguitas. 
Nada más llegar a La Habana, sufre los sinsabores de la vida, con un intento de violación por parte del hijo de su madrina, el mulato blanconazo, quien acabará llevándose a la piltra al hermano de Cuca, el asmático y católico crónico, “espectáculo con peste a culo”, escribe la autora, al que asiste Cuquita, que queda traumatizada para toda la vida, con la consiguiente fascinación y asco por el sexo. 
Siendo una adolescente, Cuca conoce a su amor, Juan Pérez, el Uan, en el cabaret Montmartre, con quien tiene una hija, María Regla. Pero Juan abandona a Cuca embarazada para exiliarse en Nueva York, donde se casa con otra mujer. María Regla, a quien descubrimos como la narradora evidente en los capítulos primero y sexto, crece llena de odio hacia su padre ausente y en cierto modo hacia su madre. María Regla se hace periodista en un país donde no existe la libertad de expresión, y se muere al derrumbarse su departamento derruido. Sobrevive, en cambio, su madre Cuca, quien nos aclara en el último capítulo que es “el mismísimo cadáver de María Regla quien está dictándome desde el capítulo uno, coma por coma, punto por punto”.



La novela está estructurada en once capítulos, cada uno de los cuales está introducido con un título tomado de la música popular cubana, y en particular boleros de los años 50. Incluso el título de la novela es musical. 
Por tanto, es una obra narrada a ritmo musical. Y es sobre todo un homenaje a dos pesos pesados de la literatura cubana, como Cabrera Infante y Lezama Lima (Lamama Mima)… 
Continúa.

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