LA FRAGUA LITERARIA LEONESA
Carlos Asensio: "La literatura es una herramienta para devolver al mundo un poco de la belleza que le arrebatamos"
El poeta Carlos Asensio, autor de 'Arder o quemar', presentará su reciente poemario en León el 14 de junio. Y a través de su proyecto editorial Circo de Extravíos pretende publicar libros de poesía ilustrados, siempre basados en conceptos sociológicos y filosóficos.
Manuel Cuenya | 25/04/2019 - 13:38h.
"Su aparición fue como una exhalación de invierno y de tormenta...
Fue como un puñal de doble vertiente, con un canto afilado que desgarraba la piel y otro que acariciaba los sentidos como una pluma de ave.
Fue como el calor de una fragua y como el martillo de Vulcano: rebosante de pasión, con resquicios de ascuas en el aire. Con fugas de una brisa mortal y deliciosa.
Su abrazo fue como un cortocircuito de las emociones, intenso, precipitado, casi consecuencia de la locura.
Su aliento fue un vaho congelado que heló hasta mis pestañas, con olores de mar y vapores de hipnosis flotando por la sala de espera...".
(Carlos Asensio, 'Aparición', poema incluido en 'Arder o quemar')
Autor de libros como 'Dejar de ser' o el reciente 'Arder o quemar', Carlos Asensio es en verdad una revelación en el mundo de la poesía. Y un poeta a tener en cuenta, tengo esa impresión, en los próximos tiempos.
Llegué a Carlos Asensio a través de la profesora bañezana Sabina Guadián, a quien agradezco que me prestara incluso su primera obra, 'Dejar de ser'. Y a partir de ahí entré en contacto con este licenciado en Sociología y Ciencias Políticas nacido en Mallorca, si bien es hijo de padres leoneses.
"Tanto mi padre como mi madre ambos son de León, de dos pueblos muy cerca de La Bañeza. Y aunque yo haya nacido en Mallorca, el ser hijo de leoneses emigrados ha hecho que mi educación y mis costumbres hayan estado siempre muy ligadas a sus orígenes –nos aclara–. A esto hay que sumar que, desde muy pequeño, he pasado veranos, Navidades, puentes y otras vacaciones con mi familia aquí, por lo que puedo decir que me siento de esta tierra. Y también viví durante dos años en León capital".
Por tanto, no sólo es sino que se siente leonés. Y que haya pasado temporadas en Fresno de la Valduerna, el pueblo de su abuela, ha influido enormemente, según él, en su forma de pensar, de estar en el mundo, de crear, e incluso de escribir. Incluso algunos de los poemas de su primer libro tuvieron su germen en esta tierra. "Al final, descubrir y experimentar cómo se vive en el campo, conocer mis orígenes y antepasados o aprender a trabajar la tierra... todo son experiencias que han contribuido, de una manera muy evidente, a generar mi particular visión de la vida, el mundo y la literatura", señala Carlos, atento, desde que era un adolescente, en gran parte por la influencia de sus padres, de los escritores y las escritoras de León, que también han ejercido influjo en su forma de escribir. Autores imprescindibles -apostilla él-, como Julio Llamazares, Josefina Aldecoa, José María Merino o Luis Mateo Díez. Una lista que, poco a poco, se ha ido ampliando, "especialmente en el ámbito de la poesía, con otros geniales nombres como Luis Artigue, Rafael Saravia, Antonio Gamoneda, Antonio Colinas, o más recientemente, con jóvenes poetas como Óscar García Sierra o Alba Flores Robla. Creo que la poesía escrita en León, dentro de la heterogeneidad, es de mucha calidad y muy original en temas y planteamientos. Deberíamos leernos más", afirma Carlos, que ve León como un lugar privilegiado para la literatura, otrora y ahora, donde contamos con una cantera poderosa de novelistas, poetas y pensadores, "quizás no siempre debidamente reconocidos, y que deberíamos reivindicar más".
"Tanto mi padre como mi madre ambos son de León, de dos pueblos muy cerca de La Bañeza. Y aunque yo haya nacido en Mallorca, el ser hijo de leoneses emigrados ha hecho que mi educación y mis costumbres hayan estado siempre muy ligadas a sus orígenes"
A menudo la distancia (el tomar distancia y perspectiva) nos ayuda a entender mejor donde vivimos. Y él, que en la actualidad vive en Madrid, es capaz de ver con claridad la importancia de León en la literatura.
Lector apasionado (como buen escritor), comenzó, siendo muy joven, a leer a autores de todo género, época y geografía, "todos dentro de un canon más clásico y tradicional, que dejaron un enorme poso que aún perdura: Homero, Lorca, Vicente Aleixandre, Gabriel García Márquez, Virginia Woolf, Walt Whitman, Oscar Wilde, Baudelaire, Emily Dickinson, Thomas Mann...". Y en el transcurso del tiempo ha ido ampliando su formación literaria, sobre todo en lo concerniente a la poesía, con escritores tan diversos e interesantes como Murasaki Shikibu, Safo, T. S Eliot, Rimbaud, Rainer Maria Rilke, Alejandra Pizarnik o Rosalía de Castro.
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