Hay algunos pueblos que tienen nombres simpáticos, incluso cachondísimos. También haylos con nombres horribles, dejémolos en que son poco agraciados, que queda mejor, como el de Cacabelos o Calamocos, en el Bierzo. Por citar algunos.
Que me disculpen -Fermín, Ester, Alfredo, el Kojo- quienes viven o sean originarios de estos pueblos bercianos. Por otra parte, están aquellos que se nos muestran larguísimos como un día sin pan o una noche blanca en brazos de una damisela poco o nada apetecible. Nombres que parecieran interminables en su afán por extenderse más allá de lo convencional, de lo cotidiano vulgar.
Entre estos últimos figura Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, que es el nombre de un pueblecín hermoso y perdido en el Alto Bierzo, en el seno del Pico Catoute, el más alto hasta hace poco del Bierzo.
A buen seguro sea Colinas del Campo, que así es como le se dice de forma abreviada, uno de los nombres más largos que se conocen, no sólo del Bierzo, sino de todos o casi todos los pueblos que existen en la geografía española.
¿Conoce alguien un nombre más largo? Si es así, bienvenido será. Uno, al menos, no tiene constancia de que haya nombres de pueblos más largos que éste, al que nos referimos. Tuve la ocasión de visitar, hace ya unos años -cuando aún vivía el amigo Abel por allá-, algunos pueblos en el País de Gales, y para mi sorpresa descubrí que hay un pueblo que tiene un nombrecito espectacular, muy pero que "mu" largo. Como para quitérsele a uno el hipo. Como para quedarse con la lengua arrebujada o “enrrebujada” en el intento de su pronunciación. Es tan largo el nombre de marras que dudo, incluso, de la capacidad de los galeses para pronunciar de corrido y sin pausa un “silabario” de tal envergadura, salvo que se haga a la alemana, con la consiguiente separación de las palabras que componen tal retahíla.
El nombre en cuestión, más que nada por si a alguien le gustan los trabalenguas, se escribe así: LlanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrbwllllantysiliogogogochEspero haberlo escrito bien. Pues no resulta fácil. No os creáis que esto es un corre que te vas linguístico con un cascabel atrás. Es sólo el nombre de un pueblo del noroeste de Gales, situado a pocos kilómetros de Bangor, en el camino de Holyhead.
Holyhead es, dicho sea de paso, la ciudad portuaria en la que uno se embarca o puede hacerlo para ir a Dublín. Yo, al menos, recuerdo haber viajado en ferry desde Holyhead a Dublín, aunque la vuelta, desde Dublín a Bruselas o a Londres (no recuerdo ahora el lugar exacto) fuera en avión.
Se cuenta que al nombre primitivo de Llanfairpwll, un cantero, chistosito él, añadió, en el siglo XIX, la fruslería de 46 letras que vienen a significar lo siguiente:
Santa-María-en-el-Estanque-del-Nogal-Blanco-cerca-del-Torbellino-Rápido-de-la-Gruta-Roja-de-San Tysilio. Ahí queda eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario